Cuenta la leyenda…

Cuenta la leyenda…

Sobre mitos y otras historias…

Cuando un pene contacte con una vulva o vagina hay riesgo de embarazo si no se usa algún método preventivo/anticonceptivo para evitarlo. Si se produce eyaculación este riesgo de embarazo aumenta (por la uretra, antes de eyacular, sale un fluido que contiene también espermatozoides ¡Cuidadín!). Por cierto, recuerda que también rondan las infecciones… así que lo mejor es utilizar algún método preventivo y al lio! (Por cierto, comentar que con esta frase también estamos dando por hecho que nuestra primera experiencia sexual solo puede ser heteronormativa!)

Como les pasa a las mujeres, los hombres a veces tampoco tienen ganas de tener sexo por múltiples factores: cansancio, estrés, problemas de pareja o de comunicación, enojos, estar con la libido en otro lado, etc.

El orgasmo se produce a través de la estimulación del clítoris generalmente en forma directa (mano, lengua, juguete, pene, vulva, etc). Sólo aproximadamente el veinte por ciento de las personas con vulva pueden tener un orgasmo con la penetración sin estimulación externa del clítoris, y esto puede ocurrir porque con la penetración se estimulan las ramas internas del clítoris que se sitúan en la parte anterior de la vagina, o por el frotamiento de la mecánica de roce en algunas posiciones sobre el clítoris. Es decir, todos los orgasmos terminan siendo a partir del clítoris.

En esta etapa se puede disfrutar perfectamente de las relaciones sexuales y llegar al orgasmo satisfactoriamente. Generalmente sólo aumenta la fase de meseta (momento de excitación máxima) hasta llegar al orgasmo. ¡Las canas no tienen nada que ver con las ganas!

Cada un@ elige lo que le gusta y el momento en que le gusta. Muchas gozan del sexo oral como primera opción ante otras.

La sexualidad plena depende de la coherencia que hay entre lo que yo quiero para mi sexualidad y la realidad sexual que tengo, siempre con respeto hacia mí y hacia la otra u otras personas.

La menstruación no contraindica las prácticas sexuales y se puede generar un momento muy placentero. Durante el orgasmo se liberan 3 hormonas (endorfina, dopamina y oxitocina) que en algunas personas tienen el efecto de un analgésico natural; además después de la contracción del útero que se produce durante el orgasmo, viene la relajación y con ella un alivio del dolor (diferentes intensidades dependiendo de la persona).

El preservativo o la barrera de látex se usan de uno en uno y, se deben utilizar desde que se da el primer contacto con los genitales y/o el ano hasta que termina la relación sexual. Si se usa doble preservativo, hay más probabilidades de que se rompa. En el caso de las barreras o cuadrados de látex, nos puede pasar lo mismo.

El goce y el sexo de las personas no dependen ni del pene ni de su tamaño en las relaciones en las que interviene. Es una explicación reduccionista y falocéntrica del goce. La sexualidad abarca toda la piel formando parte del erotismo y de la estimulación. El placer y el orgasmo se pueden dar con o sin pene e independientemente de su tamaño cuando interviene.

Parece muy básico, pero es un mito que aún persiste. El desconocimiento de la estimulación anal provoca miedos a que sea dolorosa, a que se descubran “tendencias ocultas” … ¡Cuando lo bueno que tiene es que todes podemos disfrutar de esta práctica si se hace adecuadamente! Es especialmente frecuente entre hombres cis-género y heterosexuales tener curiosidad o deseos de practicar sexo anal a una mujer y que al mismo tiempo experimenten rechazo ante la idea de recibir cualquier tipo de estimulación anal por tener creencias homófobas.

Este mito hace referencia directa al concepto conocido como virginidad; concepto que está a medio camino entre el constructo social y el mito popular de pureza… ¿A qué se refiere? A que la idea de “perder la virginidad” después de tener relaciones sexuales no tiene nada que ver con la ciencia y si con la cultura, la religión y, por supuesto, con el machismo y el hetero-patriarcado. No es más que otro mandato de genero transversal en todas las culturas.

Las relaciones sexuales y eróticas, abarcan mucho más que los genitales. Las miradas, besos, abrazos, caricias, los juegos, el compartir, el auto placer y la fantasía y otras prácticas, forma parte de una relación sexual.