El cannabis, con su rica gama de fitocannabinoides, como el THC y el CBD, se ha utilizado en la medicina tradicional en relación con la fertilidad y la reproducción. Actualmente, los científicos están empezando a descubrir lo importante que el sistema endocannabinoide es para los mecanismos biológicos que controlan estos procesos fundamentales.
Puede reducir la fertilidad durante la fase de ovulación
Se han realizado varios estudios para analizar la relación entre el sistema endocannabinoide y el ciclo reproductivo femenino. Se ha demostrado, en repetidas ocasiones, que los niveles del endocannabinoide fundamental anandamida varían radicalmente en varios momentos del ciclo menstrual.
Los niveles de anandamida parecen estar en su punto más alto en el momento de la ovulación, cuando el ovario libera el óvulo. Como la anandamida es un agonista de los receptores cannabinoides, se podría esperar que los niveles elevados de THC (que es también un agonista) no fueran necesariamente perjudiciales para la ovulación.
Sin embargo, unos cuantos estudios llevados a cabo en la década de 1970 y en los años 80 sugieren que el THC tiene una gran capacidad de bloquear la ovulación en muchos mamíferos, incluidos los primates (aunque no parece haber ningún estudio específico realizado en hembras humanas). Parece que el THC lo hace mediante la supresión de la producción de una hormona fundamental para el proceso de ovulación, conocida como la hormona luteinizante.
Al igual que ocurre con la mayoría de los aspectos de la ciencia de los cannabinoides, es necesario seguir investigando para establecer exactamente cuál es el vínculo entre el consumo de cannabis y la ovulación. Sin embargo, curiosamente parece que puede desarrollarse tolerancia al efecto de bloqueo de la ovulación del THC en las consumidoras habituales.
Puede reducir la menstruación dolorosa durante el ciclo menstrual
El cannabis se ha utilizado en la medicina natural tradicional de culturas de todo el mundo como un remedio para la dismenorrea o menstruación dolorosa. Como todo el mundo sabe, se cuenta que la reina británica Victoria habría consumido cannabis para aliviar los dolores que le producía la menstruación—y teniendo en cuenta que su médico personal fue el famoso médico del cannabis William B. O’Shaughnessy, ¡lo más probable es que esa historia sea cierta (y dado que ella le nombró caballero unos años más tarde, debió de agradecerlo de verdad)!
Hoy en día, las mujeres de todo el mundo siguen utilizando el cannabis para aliviar sus dolores menstruales, y experimentan un gran alivio subjetivo—sin embargo no se han realizado estudios formales que respalden su eficacia, y los procesos biológicos subyacentes implicados no se han definido.
Sin embargo, es bien sabido que el THC puede actuar como un potente agente analgésico y antinociceptivo (analgésico es un término general para calmante; los antinociceptivos específicamente evitan que los nervios detecten las señales de dolor). Además de esto, tanto el THC como el CBD tienen la capacidad de reducir la inflamación, lo que pueden contribuir a la reducción subjetiva del malestar.
Suprime hormonas clave durante la fase premenstrual
Durante la fase premenstrual (también conocida como la fase lútea), las fluctuaciones hormonales pueden causar una amplia gama de síntomas que incluyen dolor, irritabilidad, cambios de humor, fatiga, e hinchazón. Es bien sabido que los niveles de ciertas hormonas, incluida la progesterona, aumentan de manera significativa durante esta fase (mientras que otras hormonas, incluyendo los estrógenos, disminuyen).
Durante años, los médicos han recetado progesterona suplementaria como tratamiento para el síndrome premenstrual severo, pero la investigación reciente indica que no es eficaz. De hecho, aunque, en general, se cree que los síntomas premenstruales anormales están relacionados con niveles bajos de progesterona en un momento en que deberían ser altos, algunas manifestaciones del síndrome premenstrual (el nombre dado al fenómeno por el que se experimentan síntomas anormalmente graves durante este tiempo) parecen, de hecho, estar relacionados con niveles de progesterona excesivos y niveles de estrógeno reducidos.
Resulta evidente que los síntomas premenstruales lo bastante graves como para clasificarlos como síndrome premenstrual son el resultado de las fluctuaciones y los desequilibrios hormonales. Además, no disponemos de pruebas que sugieran que el consumo de cannabis suprime el nivel de progesterona durante la fase lútea, además de alterar los niveles de otras hormonas importantes conocidas como prolactina y cortisol. Además de esto, el efecto inhibidor del THC en la hormona luteinizante, que comienza en el momento de la ovulación, también se ha observado durante la fase lútea (que es la ventana entre la propia ovulación y el comienzo del período menstrual).
Una vez más, aunque todavía no se han descrito completamente los mecanismos implicados, está claro que el sistema endocannabinoide desempeña algún tipo de papel, y que las mujeres que experimentan síntomas anormales en este momento se pueden beneficiar de terapias dirigidas a base de cannabinoides.
De hecho, hay infinidad de mujeres en todo el mundo que experimentan un alivio subjetivo con el uso de cannabis durante la fase premenstrual, aunque podría ser el resultado de los conocidos efectos relajantes y contra la ansiedad del cannabis, más que de la influencia directa sobre los niveles hormonales.
Puede reducir la duración del ciclo menstrual
Una vez más, se dispone de escasas pruebas de que el THC disminuya la duración del ciclo menstrual en las mujeres. En un estudio de 1986 sobre el efecto del THC en la hormona luteinizante, también se observó que la duración general de los ciclos menstruales se reducía en las mujeres a las que se había administrado cannabis en comparación con las que recibieron placebo.
Por lo tanto, hay que llevar a cabo más investigaciones al respecto antes de que se pueda decir, con algún grado de certeza, cómo y si la duración del ciclo menstrual se ve afectada en las mujeres. Al igual que ocurre con el efecto de bloqueo de la ovulación del THC, puede que se desarrolle tolerancia rápidamente a cualquier efecto posible.
Curiosamente, los estudios más antiguos en primates no humanos indican que el THC puede alterar la duración del ciclo, pero no necesariamente acortarlo: en un estudio de 1980 en monos Rhesus, la muestra tratada con THC presentaba un aplastante y considerable aumento en la duración del ciclo. Una de las monas tenía un ciclo que duraba 145 días, ¡en comparación con los habituales 30!
Puede afectar a la implantación del embrión en el útero
Se han publicado varios estudios importantes durante la última década que investigan la influencia que con tanta precisión ejerce el sistema endocannabinoide sobre varios procesos clave relacionados con la concepción y el principio del embarazo.
Varios de estos estudios han descubierto que los niveles de anandamida fluctúan drásticamente a lo largo del ciclo menstrual, y que los niveles están en su punto más bajo durante la “ventana de implantación” (la pequeña ventana de tiempo, durante la que el embrión puede implantarse con éxito en el endometrio del útero, que suele producirse dura unos tres días, y comienza de seis a nueve días después de la ovulación).
En los estudios en los que la anandamida se ha incrementado artificialmente en esta etapa, por lo general no se produce la implantación. Teniendo en cuenta que tanto la anandamida como el THC son agonistas de los receptores cannabinoides, parece tener sentido que el consumo de THC durante la ventana de implantación podría causar el mismo efecto (sin embargo, este concepto es demasiado simplista, y no se cumple necesariamente con un sistema tan complejo como el sistema EC).
Sin embargo, hasta que se realicen nuevas investigaciones que aclaren totalmente la relación, la posibilidad de que el uso de cannabis con un alto contenido en THC pudiera impedir que un óvulo fertilizado se implante en el endometrio durante la ventana de implantación significa que es muy recomendable que las consumidoras de cannabis que deseen quedarse embarazadas dejen de consumir cannabis por lo menos 24 horas antes de que empiece la “ventana de implantación”.
El hecho de que el THC parece tener la capacidad no sólo de inhibir la ovulación, sino también de impedir la implantación de óvulos fertilizados en el endometrio, sugiere que el THC o los compuestos similares podrían tener potencial para utilizarse como base para fármacos anticonceptivos no hormonales.
Como parece ser que el hecho de que se desarrolle tolerancia es un problema propio del THC, probablemente haya mejores candidatos para la investigación específica. Después de todo, si el uso constante de THC fuera suficiente para evitar el embarazo, las tasas de fecundidad serían drásticamente menores en las grandes consumidoras de cannabis en comparación con la población general, ¡y no hay nada que indique que así sea!
Sin embargo, hay pruebas sustanciales de que el consumo de cannabis aumenta el placer sexual en los usuarios, lo que podría en cierto modo contrarrestar cualquier efecto negativo sobre las tasas de fertilidad…
Fuente: https://sensiseeds.com
Naturumicbd
¡Un artículo muy interesante! Gracias
Adela
En efecto, muy interesante