La esperanza de vida de los pacientes con VIH se acerca a la del resto de la población: 82 años, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE); además de que, hoy en día, la mortalidad directa por VIH es casi cero.»Estos pacientes envejecen y fallecen por otras enfermedades más propias de una edad avanzada que a causa de la propia infección por VIH, por lo que tienen otras necesidades de tratamiento aparte del VIH”, ha señalado el jefe de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínic de Barcelona, el doctor Josep María Gatell.Es por ello que el objetivo de los clínicos es encontrar los mecanismos para ofrecer a cada paciente una fórmula que adapte y combine, sin mermar la calidad de vida, la terapia contra el VIH con los tratamientos para el resto de enfermedades propias del envejecimiento y que también afectan a estas personas.
De este modo, expertos mundiales se reúnen en Sitges- Castelldefels (Cataluña) este fin de semana para participar en el XX Simposio Internacional sobre VIH «Simposio Si 2014» y donde, entre otros aspectos, se abordarán las alternativas para conseguir que los pacientes de VIH tengan una vida más larga y de mejor calidad, individualizando el tratamiento, adaptándolo a sus necesidades.
Actualmente, en España, hay unas 130.000 personas infectadas por VIH, y cada año se diagnostican entre 2.000 y 3.000 nuevos casos, por lo que la prevalencia del VIH lejos de reducirse, va en aumento.
“Estamos pidiendo a los pacientes con VIH que cumplan un tratamiento durante el resto de su vida, por lo que pensamos que éste se debe ceñir lo máximo posible a sus preferencias y forma de vivir; esto incluye también el tener que manejar otras enfermedades. Si individualizamos la elección de la terapia a estas necesidades del paciente nos aseguramos el éxito en el control de la infección y la prolongación de la supervivencia”, ha señalado el doctor Roy M Gulick, catedrático de Medicina y jefe de la División de Enfermedades Infecciosas en el Weill Medical College en la Universidad Cornell, de Nueva York.
Una de las enfermedades, con frecuencia relacionada con el VIH, y con la que por tanto tienen que convivir muchos de los pacientes seropositivo es la hepatitis C, debido a que ambas infecciones comparten el canal parenteral como vía de transmisión.
“Históricamente la infección por el VIH se produjo mayoritariamente por la adicción a drogas por vía venosa, compartiendo jeringuillas, motivo que lleva a que en estos momentos prácticamente el 45% de los pacientes con VIH en nuestro país estén coinfectados VIH/VHC”, ha señalado el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Valencia, doctor Enrique Ortega.
Dicho esto, ha explicado que “la relación coste-eficacia del tratamiento antirretroviral es la mejor de toda la historia de la medicina, y la relación coste-eficacia a medio plazo del tratamiento de la hepatitis C es también muy buena tanto en pacientes monoinfectados como coinfectados”
Fuente: consalud.es