El amor puede ser… muy complicado.
Todo el mundo conoce a alguien que se enamoró de quien no le hacía caso, algún amor imposible llevado al extremo, o esas parejas que rompen estrepitosamente y todo el pueblo se entera al segundo. Situaciones complicadas tiene el amor mil diferentes… Pero desde que existen las redes sociales y los smartphones en nuestras vidas… ¡aún más!
Empecemos por lo primero…
¿Por qué si no iba a tener Facebook un estado sentimental que se llama «Es complicado»?
Que me he preguntado muchas veces qué puede significar ese «titulito» en nuestro perfil…
¿Nuestra relación es difícil… pero lo vamos a conseguir?, ¿Estoy contigo pero no te soporto y por eso es complicado?, ¿Estoy pensando en dejarte pero por no decírtelo a la cara lo pongo en feisbu?, ¿Estoy contigo y con dos más y me resulta complicado que no te enteres?
¿Quéeeeeeee? ¡Qué complicado puede ser entender el Es complicado!
Porque interpretamos lo que nos da la gana, de verdad. Hace unos meses se lo pregunté a una amiga:
– ¿Por qué tienes puesto en Facebook «Es complicado», si tú no tienes novio, ni novia, ni rollo, ni ná?
– Pues por eso mismo, tía, ¡porque me resulta muy complicado conseguirlo!
Parece un chiste, pero, no, lo juro: fue así. Y es que cada cual usa las opciones a su gusto. El problema está en que cada vez hay más gente que envía mensajitos indirectos (o muy directos) a través de esta opción.
Están, primero, aquellas personas que se enteran de que de verdad están con alguien cuando su pareja lo pone públicamente en Facebook. De esto que llevaban enrollándose más de un año, pero hasta que la otra parte no va y pone en su casillita «Tiene una relación con«… pues como que no parecía de verdad. O de la gente que nos enteramos de sorpresa que están en modo parejita porque lo publican en Facebook, como diciendo «¡Eh, mundo, que estamos juntos!» (Foto conjunta incluída en el pack).
Pero también hay gente que no tiene vergüenza, porque oye, si te hace ilusión que el mundo sepa que te has enamorado, puede ser hasta bonico, pero… ¿enterarnos de que rompes con alguien porque lo dices en las redes?
El principio del fin: Que tu pareja cambie su estado de repente
y el corazón te haga booooooooooooinggggggggg
Que ya hay gente que ni se molesta en el típico «tenemos que hablar, no es por ti, es por mi, en el fondo voy a quererte siempre, seamos amigos blablabla…» No, es que ya ni se pone delante de la persona en cuestión, coloca un «Ha pasado de tener una relación con Fulanita/o a estar soltero/a» y ¡hala! ¡Ahí te aguantes con la noticia pública! Que te acabas de enterar tú, sus amigos, tus amigos, y los mil amigos de los amigos de los amigos… Vamos, que ya no se entera todo un pueblo, ahora se entera, ¡el mundo enterico al segundo!
Y todo el mundo al mismo tiempo que tú… sin haberlo digerido antes ni haberte preparado para el «trágame tierra», porque enseguida aparecen comentarios tipo…
«Cómo? (Amistad común)
«Qué os ha pasado? (el medio-conocido)
«Eh ¡¡¡privado!!!! y cuéntamelo ahora mismo!» (tu mejor amiga)
Ay, ay, ay… si esto pasa cada vez más es porque estamos metiendo a las redes sociales en el día a día para todo.
Hace un tiempo hablé con un par de adolescentes que vivían ese momento «estamos conociéndonos«. Estaban en la misma clase, así que se veían todos los días entre semana. Él me decía que quería decírselo a ella pero no se atrevía, así que le pregunté cómo estaba intentando que se enterara. «Hombre, pues yo… ¡le comento todas sus fotos de tuenti!«. Y sí, es cierto, se las comentaba todas, todas, todas. Se pasaba el día dándole al botón «me gusta» hasta desgastarlo, «qué guapa estás por aquí, qué guapa por allá»… «Podía darse cuenta la chica, entonces» podréis pensar. ¿Pero qué es lo que pasaba? Que en la realidad, en clase, en el día a día… ella estaba intentando acercarse a él y hablarle… ¡y él no se atrevía ni a responderle ni a mirarle a la cara! Los fines de semana se los pasaba rehuyéndola (por miedo), e intentando no coincidir. Curioso… o contradictorio… ¿Pasar el día mirando sus fotos en tuenti de arriba abajo, y cuando está delante, ni levantar la mirada?
Bueno, la cosa en este caso no sé cómo quedó al final… pero espero que fueran capaces de entenderse porque supongo, que, al fin y al cabo, lo que cualquiera quiere de una relación con alguien será algo más «palpable» que cientos de «me gusta» en las fotos ¿no? Que sí, que te hacen sentir bien, pero…
Sí, admitámoslo, a veces buscamos amor en las redes…
¿Pero no hace falta también que ocurra en la vida real?
Por mucho que parezca «superreal» y te sientas bien, poner un «me gusta», no cuesta más que un click, y escribir «Te quiero», pulsar unas teclillas (8 si lo quieres escribir bien y 2 en la versión reducida del tq). Y creerse estos tequieros quizá no sea muy real. Porque hay quien puede hacerlo de forma sincera, no voy a decir que no… Pero en tuenti hay gente que dice te quiero como quien dice hasta luego… «Q wapa, t quiero!» «Luego whatsappeamos, t quiero!» Y oye, si lo repites cada día, y a todo el mundo… pues como que se le quita el sentido a la cosa.
No olvidemos que a veces es importante comprobar si en la realidad… cuando nos desconectamos de las redes, sigue la cosa igual o… se desconecta también el «amor» y no hay ná de ná.
Porque en las redes hay quienes cuentan toda su historia sentimental minuto a minuto. «Me siento la chica más feliz del mundo, no puedo vivir sin ti, te aaaamo, llevo + de cincuenta días de felicidad a tu lado, eres la razón de mi vida»… Y unos días después cambian las cosas y aparece en el estado «jamás pensé que me harías esto, eres la mayor decepción de mi vida»… Lo más curioso es que el ciclo se suele repetir, y entonces, si te pararas a mirar un poquito para atrás, + atrás + atrás en tu timeline o historial… verías la cantidad de veces que has pensado que habías encontrado el amor de verdad, que te diste cuenta de que no lo era, o que te dejó y se te acabó el mundo y te morías, y que después volviste a sentir que llegaba el amor de verdad.
(Conclusión buena que podemos sacar de esto: que parece que no se acaba el mundo de verdad cuando una pareja te deja, oye, sólo era un espejismo.)
No olvidemos tampoco comprobar si nuestra pareja nos quiere bien en la realidad, porque no lo hacen aquellas que están todo el día vigilando qué comentas en las redes o echándote en cara celos irracionales como dijimos cuando hablábamos de la «última conexión» y el «doble check» de Whatsapp. Otro día hablaré de esos celos que nos supuran cuando vemos cómo nuestra pareja comenta una foto a «otra persona» o nos enteramos de algo… que no nos teníamos que haber enterado. O de aquellas personas que se funden en un perfil conjunto y todo lo tienen que hacer en 2×1. Porque la realidad es que a veces confundimos tener una pareja con «ser de» tu pareja, y ahí podemos caer en estar dando la información de dónde estás y con quién cada minuto, o que te exijan la contraseña de tu cuenta para confiar en ti.
Si tu pareja te pide la contraseña para confiar en ti… Tate!
… igual quien no debería confiar eres tú.
Porque por si aún no queda claro, o el título de este blog genera dudas a quien no sabe de dónde nació… Que tu pareja te controle… No, no debería ser normal. Porque tener pareja no significa que él y ella (o ella y ella, o él y él) no tengan derecho a tener espacios propios y amistades propias. Si eliges una pareja 2×1, habrá 1 siempre bajo control. Mejor poder ser 1+1, y comprobar si los tequiero de la red se dicen… porque el amor ocurre en la vida real y no sólo online.
Fuente: minoviomecontrola.blogspot.com.es