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Uno de cada seis españoles mayores de 18 años consume niveles preocupantes
El 17,1% de los españoles mayores de 18 años —uno de cada seis, aproximadamente— es un consumidor de riesgo, según el I Primer Estudio Lundbeck: Percepción y Conocimiento del Alcoholismo en España, presentado este miércoles en Madrid. «Los españoles estamos siempre entre los países que más bebemos con Francia, Portugal e Italia», ha dicho Julio Bobes, presidente de Socidrogalcohol. «Pero tan importante o más que los datos es la tendencia», ha añadido Antoni Gual, de la Unidad de Alcohología del Hospital Clínic de Barcelona. Gual ha destacado que cuando se compara el consumo que los encuestados notifican (4.250 entrevistas en toda España con un error del 5%) con la percepción del riesgo que ellos mismos tienen hay un claro desequilibrio: frente a ese 17,1% que —según lo que dice que consume— está en riesgo, solo el 1,3% piensa que su ingesta es alta o muy alta. Es decir, el 76% de los que beben de más creen que toman una cantidad normal de alcohol.
El cálculo de quién es consumidor de riesgo se mide de dos maneras en función del tipo de bebedor que se sea: si se es de diario —el patrón mediterráneo— o de fin de semana —el modelo anglosajón que usan los jóvenes, por ejemplo durante el botellón—. Para ello se asigna a cada cerveza, vino o chupito una unidad de bebida, y dos a los combinados. Se considera que un hombre es bebedor de riesgo si ingiere cuatro o más unidades de bebida a diario, o si toma cinco o más cuando lo hace de una sentada. En las mujeres, en general con menos peso, los límites bajan a dos y cuatro, respectivamente.
Los datos del trabajo, que aún no están analizados del todo según ha dicho Bobes, muestran otras peculiaridades. Gual ha destacado que uno de cada cinco españoles no bebe nunca, lo que contradice la idea de que «todo el mundo bebe». «Solo el 23,5% lo hace más de dos veces por semana».
Cuanto más joven, más se bebe
Por edades, en general, se bebe más cuanto más joven se es, siendo los menores de la muestra, entre 18 y 25 años, los que más alcohol ingieren. Por sexo, aunque tienden a equiparase, todavía son más los hombres los que beben: un 19,6% de los encuestados y un 14,5% de las encuestadas se consideran de riesgo, mientras que hay un 16,6% de abstemios y un 27,8% de abstemias. Esta tendencia es especialmente grave porque hasta los 24 años el cerebro está formándose, y el alcohol interfiere en ese proceso, ha señalado Bobes.
Hasta 64 enfermedades se relacionan con la bebida
Al problema de la escasa percepción de riesgo se une el de rechazo social, ha indicado José Ángel Arbesú, coordinador del Área de Neurociencias de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), quien ha resaltado que todavía un 12,4% de los encuestados cree que el alcoholismo es un vicio, y otro 33,7%, que es una enfermedad que empieza por un vicio. Esta opinión lastra la petición de ayuda, cuando «lo primero es tener conciencia de que hay un problema de salud». Arbesú ha recordado que el alcohol se relaciona con 40.000 muertes al año en España. «Hay hasta 64 enfermedades vinculadas directa o indirectamente» con el alcohol (hepáticas, cánceres, psiquiátricas).
Javier Zarco, coordinador del Grupo de Intervención en Drogas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), ha afirmado que, ante el problema del alcoholismo, los médicos de atención primaria están preparados para atenderlo. De hecho, son los favoritos de los encuestados para acudir a buscar ayuda. En segundo lugar, lo son las asociaciones de alcohólicos y en tercer lugar, los centros de adicciones. En cuarto puesto están los psicólogos, a gran distancia salvo entre los más jóvenes de la muestra. «Hay que tener en cuenta este dato porque la disponibilidad de psicólogos en atención primaria es bastante limitada», ha señalado.
Los especialistas afirman que, con estos y otros datos, haría falta una ley que regulara el consumo de alcohol. Todos los ministros lo intentan, pero luego lo dejan, ha dicho Bobes. Gual ha indicado tres aspectos que una norma debería regular: precio, accesibilidad y publicidad. Respecto a este último punto ha dado un dato: «Cada día la industria gasta un millón de euros en promocionar las bebidas alcohólicas. No es ético».
Fuente: elpais.com