El Día Mundial para la Prevención del Suicidio se considera una herramienta eficaz en estos esfuerzos y el Informe de la OMS: Prevención del suicidio: un imperativo global (OMS, 2014) lo marca como un logro de política, afirmando:
‘Este día ha impulsado campañas tanto a nivel nacional como local y ha contribuido a crear conciencia y reducir el estigma’.
Mitos sobre el suicidio
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 700 000 personas mueren por suicidio cada año y que casi el 77 % de todos los suicidios en el mundo ocurren en países de ingresos bajos y medianos (LMIC). Por cada suicidio hay muchos más que intentan suicidarse o tienen ideación suicida grave. El comportamiento suicida impacta profundamente a las familias y comunidades y sigue siendo un desafío universal con millones de personas afectadas. La reducción de la mortalidad por suicidio es de importancia mundial y una consideración vital de salud pública. Existen muchas ideas falsas acerca del suicidio y de las personas que se suicidan. Parten de la necesidad de encontrar respuestas a este acto incomprensible y que tanto nos asusta. Pero como sociedad, tendemos a encontrar explicaciones simplistas que justifiquen nuestra actitud y nos eximan de nuestra responsabilidad. Los mitos sobre el suicidio retroalimentan el tabú y favorecen el inmovilismo. Para mejorar la prevención y el trato a la personas con ideación suicida, es imprescindible derribarlos. Los 10 mitos más habituales acerca del suicidio:1.Quien se quiere suicidar no lo dice.
9 de cada 10 personas que se suicidan manifiestan su intención de forma más o menos clara. ¿Qué se puede hacer? Conocer las señales de alarma Estar atentx al discurso de las personas en riesgo No infravalorar las peticiones de auxilio2. La persona que piensa en suicidarse quiere morir.
La opción del suicidio aparece cuando el sufrimiento es tan intenso que se vuelve insoportable. La persona en esta situación no toma la decisión de morir, lo que quiere es dejar de sufrir. ¿Qué se puede hacer? Estar presente y atentx a los problemas de los demás Ayudarles a entrever soluciones y un futuro más esperanzador Incitarles a pedir ayuda psicológica3. Para suicidarse hay que ser muy cobarde, o muy valiente.
La persona que llega al suicidio no es ni cobarde ni valiente, solo es una persona que sufre. No lo hace por elección sino porque ya no ve otra salida. ¿Qué se puede hacer? No juzgar Entender que hablar del suicidio según nuestros propios valores no ayuda a la prevención. Comprender que cualquier persona se puede ver superada en un momento dado4. Hablar sobre ideas suicidas puede incitar a llevarlas a cabo.
Al contrario, hablar abiertamente sobre el suicidio reduce el peligro de cometerlo porque alivia el sufrimiento y facilita la petición de ayuda. Ser escuchadx disminuye la angustia, la sensación de soledad, y favorece el autoanálisis. ¿Qué se puede hacer? No tener miedo de hablar sobre suicidio Escuchar sin juzgar y sin censurar Saber que al preguntar directamente a una persona en riesgo si ha pensado en suicidarse, le estamos ayudando5. El suicidio no se puede prevenir.
Sabiendo que hay unos síntomas definidos y que la mayoría de las personas muestran sus intenciones, el suicidio es un acto previsible y prevenible, en la mayoría de los casos. ¿Qué se puede hacer? Informarse sobre las señales de alerta Estar atentxs a los cambios de conducta y las palabras de las personas vulnerables En caso de detectar riesgo de suicidio, acompañar y pedir ayuda6. Quien amenaza con suicidarse solo quiere llamar la atención.
El 80% de las personas muertas por suicidio habían avisado de lo que harían. ¿Qué se puede hacer? Tomar en serio cualquier alusión al suicidio Entender que no es manipulación, es una manera desesperada de expresar sufrimiento y pedir ayuda Escuchar, favorecer el diálogo7. La persona que se suicida tiene algún trastorno mental.
Es un factor de riesgo con mucho peso, sin embargo no todas las personas que piensan en el suicidio sufren alguna enfermedad mental. ¿Qué se puede hacer? Vigilar y apoyar a las personas que padecen depresión o crisis de ansiedad No estigmatizar a las personas con enfermedades mentales Entender que el suicidio es muy complejo, no se puede explicar por un solo factor8. La prensa no debería hablar de suicidio.
Los medios de comunicación pueden y deben jugar un papel en la prevención del suicidio. Deben alejarse del sensacionalismo y enfocar el tema de manera adecuada. ¿Qué se puede hacer? Leer y compartir los artículos útiles a la prevención No participar en la difusión de noticias impropias e imágenes ofensivas Condenar y denunciar cualquier noticia sensacionalista9. La mejoría tras una crisis suicida significa que el peligro ha pasado.
Las personas con ideas suicidas suelen intentarlo a cabo de pocos meses. A menudo aprovechan el hecho de estar mejor físicamente para llevarlo a cabo. ¿Qué se puede hacer? Saber que una mejoría puede indicar que la persona en crisis se siente aliviada porque ha tomado la decisión de suicidarse para acabar con su dolor Indagar si las ideas suicidas persisten y evaluar el riesgo de suicidio Tras la crisis es importante el apoyo social ( familia, amigxs. asociaciones)10. Sólo si tienes preparación puedes ayudar a una persona en riesgo suicida.
Lo que una persona en riesgo suicida necesita es compañía y escucha. La OMS recomienda como principal herramienta de protección y prevención, permanecer cerca de la persona. Los expertos explican que cualquier persona puede ser un valioso colaborador en la prevención del suicidio. ¿Qué se puede hacer? Respetar, no juzgar y escuchar atentamente Permanecer calmadx Buscar apoyo dependiendo de si el riesgo es bajo, mediano o alto (acudir a los servicios sanitarios)Fuentes: Asociación Internacional para la Prevención de Suicidio y
Asociación para la Prevención del Suicidio y la Atención del Superviviente