¡LO POSITIVO ES SABERLO!
A día de hoy, la prueba del VIH es la única herramienta fiable de detección del virus en las personas. Estas pruebas diagnósticas detectan los anticuerpos que genera el organismo frente al VIH a través de muestras de sangre o de saliva. Cabe recordar que mediante la saliva se pueden detectar los anticuerpos del virus pero no se puede transmitir.
Es conveniente realizar esta prueba lo antes posible después de la sospecha de haber tenido una relación considerada de riesgo (exposición al VIH a través de una relación sexual sin protección o a través de la sangre). La detección precoz permite acceder cuanto antes a un tratamiento eficaz, evitando que la enfermedad progrese, aumentando la supervivencia, la calidad de vida y evitando transmitir la infección a otras personas.
Es importante respetar lo que se conoce como periodo ventana. La mayoría de las personas desarrollan anticuerpos perceptibles del VIH entre las 6 y 12 semanas después de la infección. Por ello, el periodo ventana recomendable para la realización de la mayoría de las pruebas de detección de anticuerpos contra el VIH es de 3 meses después de la infección. Sólo así si el resultado es negativo, querrá decir que no se tiene el virus.
Las pruebas de detección son VOLUNTARIAS Y CONFIDENCIALES.
Existen diferentes tipos de pruebas:
Test VIH
Anticuerpos (Prueba laboratorio)
Antigen p24 (Prueba laboratorio)
Cuarta generación (Prueba laboratorio)
Test rápido (Atención primaria, Asociaciones comunitarias, farmacias acreditadas o autotest en casa)
Fuente original: canalsalut.gencat.cat