- ‘Necesitamos estrategias de prevención del VIH que cuenten con las mujeres’
- ‘Conseguir dinero es ahora mismo el mayor reto de la investigación’
Poder salvar la vida de millones de mujeres en el mundo es el sueño de la doctora Zeda Rosenberg. La de ella y la de su equipo del Partenariado Internacional por los microbicidas (IPM), una organización que se fundó en el año 2002 para fomentar la investigación de estos productos -geles vaginales- como método para prevenir la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en las féminas. Para que este empeño deje de ser un sueño y se convierta en realidad, no duda en recorrer el mundo buscando aliados que permitan llevarlo a cabo pronto. Este mes ha estado en Barcelona, en el 7º Congreso de Medicina Tropical y Salud Internacional (ECTMIH), desde donde ha hablado con ELMUNDO.es
Pero a pesar del empeño de científicos y activistas, la historia de los microbicidas ha sido, por ahora, la historia de una decepción. Los primeros productos que se probaron no sólo no prevenían la infección sino que aumentaban el riesgo de que las mujeres contrajeran el virus. El panorama ha mejorado gracias a la utilización de nuevos antirretrovirales y ahora hay algunos microbicidas prometedores en desarrollo que ha vuelto a dar esperanzas a los investigadores. La doctora Rosenberg analiza cómo está la situación.
La gran noticia en el campo del sida el pasado año fue la llegada de un microbicida -el CAPRISA- que evitaba la transmisión del virus en un 39% de los casos. ¿Qué hay de nuevo sobre este producto?
Actualmente se están llevando a cabo dos ensayos para confirmar esos resultados iniciales. El primero es el estudio VOICE, que está financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (los NIH) y lo realiza la Red de Ensayos de Microbicidas (Microbicide Trials Network (MTN). El objetivo es evaluar los riesgos y beneficios del uso diario del gel (que contiene el antirretroviral tenofovir). El segundo estudio es el FACTS y trata de analizar cuál es la dosis más adecuada del gel que pueden usar las mujeres sin peligro.
Aparte del Caprisa ¿Qué otros productos se están estudiando y en qué punto se encuentra la investigación con microbicidas?Además del tenofovir, que es el fármaco que utiliza Caprisa, hay otro antirretroviral (dapivirina) que se está estudiando para ver si es seguro tanto en geles de aplicación diaria como en anillos mensuales. De hecho, el año que viene comenzará un ensayo a gran escala para probar la seguridad y la eficacia del anillo.
Los microbicidas llevan años siendo una esperanza para las mujeres, sobre todo en África. Pero, de momento, es más la historia de un fracaso ¿serán una realidad algún día? ¿Se atreve a dar una fecha?
Es cierto que la primera generación de productos falló a la hora de prevenir infecciones, pero la nueva generación, que se basa en antirretrovirales de alta eficacia, son mucho más prometedores. El ensayo con Caprisa ha servido para demostrar que la idea de los micobicidas es posible. Si los estudios VOICE y FACTS confirmaran su eficacia, podríamos contar con un microbicida eficaz en el mercado a partir del año 2015.
¿Cuánto se invierte en investigar microbicidas?
El pasado año se destinaron 247 millones de dólares (unos 179,5 millones de euros) a la investigación de estos productos.
Hay quien dice que sería mejor destinar esos recursos a otras estrategias que sí han demostrado su eficacia. ¿Qué opina? ¿Conviene seguir insistiendo en los microbicidas?
La prevención del VIH requiere de un conjunto de diferentes herramientas y opciones. Desde luego que la promoción del preservativo debe ser el pilar principal que sustente los programas preventivos. Pero lamentablemente sabemos que no todo el mundo usa los condones y que hay quienes (por razones culturales…) no pueden utilizarlos. Es especialmente el caso de muchas mujeres con un alto riesgo de infección. Por eso necesitamos estrategias que se centren en esta realidad, en la situación de estas mujeres; y los microbicidas forman parte de esta estrategia.
¿Ha afectado la crisis a los proyectos con microbicidas? ¿En qué medida?
La financiación se ha convertido en el mayor desafío de la investigación, justo en el momento en el que ésta es más prometedora que nunca. Hay muchos productos prometedores que deberían desarrollarse para asegurar el éxito a largo plazo de las estrategias de prevención, pero los estudios están yendo mucho más despacio de lo que deberían por culpa de la crisis económica. Conseguir dinero ahora es lo más difícil. Es muy frustrante ver cómo no puede progresar nuestro trabajo debido a los problemas económicos.
¿Qué sería realmente más necesario: la ansiada vacuna contra el sida o un microbicida eficaz?Lograr una vacuna es una cuestión necesaria y urgente. Sin embargo, los retos a los que se está enfrentando esa investigación apuntan a que posiblemente sólo se logre una vacuna de una eficacia parcial, por lo que necesitaremos contar con otras opciones de prevención como los microbicidas o la profilaxis pre exposición (dar fármacos antirretrovirales a personas no infectadas para evitar que les transmitan el virus) para contener la epidemia.
¿Cuántas infecciones se podrían evitar con un gel que fuera parcialmente eficaz?Algunos modelos matemáticos han mostrado que se podrían prevenir millones de nuevas infecciones y muertes. El número exacto dependerá de cómo se distribuyan los microbicidas y a cuánta gente alcancen. Es vital que estos productos sean accesibles. Por eso, nosotros hemos negociado con varias farmacéuticas para que estos productos puedan ser distribuidos al menor coste posible.
¿Cuál es la prioridad mundial ahora mismo en la lucha contra el sida?Las prioridades son asegurar que todo el mundo que esté infectado y necesite tratamiento reciba los fármacos y, por otro lado, reducir el número de infecciones. El tratamiento y la prevención deben ir de la mano para controlar la epidemia de sida.
Publicado en: elmundo.es